Emilio Morenatti

Museo Provincial de Jaén
Mayo 2013
Comisario: Pablo Juliá
Director Centro Andaluz de Fotografía


Emilio Morenatti, “El More”, era un problema cuando apareció a finales de los 80. Ya los fotógrafos que cubríamos los eventos habíamos dejado de ser minorías y la utilización de los “corralitos” creaba mucha tensión en la peña. Y en esto aparece “el More” que, como era joven e ilustrado, sabia la primera máxima de todo fotógrafo que se precie y que habla de que si tus fotos no son buenas es porque no estás demasiado cerca. Pero claro, Emilio, miraba a través de  un enorme gran angular y se metía encima de los personajes o situaciones  que queríamos capturar invadiendo con su humanidad la visión de nuestros fotogramas. Le decíamos de todo, el sonreía, estiraba los codos y hasta la próxima.

Así fueron nuestros primeros encuentros y establecimos una corriente de simpatía y  de buenos amigos que somos en la actualidad. A pesar de su juventud conoció algo que a las nuevas generaciones les empieza a sonar raro que era ser porteador de 12 maletas, el revelado de los negativos, el positivado, el envío de fotos, “el todo para ayer” el “ya que vas a esto haz también lo otro y apunta los nombres” y la búsqueda y consecución de lo imposible. Todo un aprendizaje.

 En el año 1994, empezamos juntos una búsqueda en la fotografía digital  e hicimos nuestros primeros pinitos con el Windows 95  que era el paleolítico de la informática pero que nos sorprendió el maravilloso mundo que nos abría y la posible perdida de peso en los equipajes que habían destrozado las espaldas de varia generaciones de fotógrafos.  Coincidimos  -el avanzó muy rápidamente en esta difícil profesión-  en muchas circunstancias nacionales y extranjeras y le empezaron a caer sobre sus espaldas asuntos periodísticos importantes como, ya mas cercano, el tema del islote de Perejil, donde realmente demostró su valía y audacia en su manera de informar y donde yo percibí  que se había convertido, con sencillez y como el que no quiere la cosa, en uno de los primeros reporteros importantes europeos.

Esa percepción mía no andaba muy equivocada, cuando un día del 2005, me contó que se iba a Afganistán. La emoción y viveza de su mirada narraba más que lo que articulaba. Y se fue marchando. Y no necesitamos mucho tiempo para saber que detrás de las fotos que estaban saliendo en las portadas de todos los periódicos internacionales eran de “El More” y de que, sencillamente, eran las mejores.

No tuvimos que pensárnoslo mucho en el CAF cuando decidimos que inaugurábamos este centro  con su obra. Lo conozco desde hace cerca de  20 años pero no ha llegado a los 40. Le queda un largo recorrido  y el tren es suyo.

Pablo Juliá
Director del Centro Andaluz de la Fotografía