Karina Vagradova

KARINA VAGRADOVA
"Sayonara, Cabañal"

Casas Gemelas. Jardínes de Jabalcuz
Excmo. Ayuntamiento de Jaén
Del 1 al 15 e Junio

El proyecto "Sayonara, Cabañal" habla de una mujer japonesa que vive en el centro del Cabañal, un antiguo pueblo de pescadores, ahora un polémico barrio de Valencia destinado al derribo. La vida, el estado de ánimo de los dos está afectado por las decisiones de otras personas, por los hechos que no dependen de ellos.
Dos identidades tan diferentes cuyas vidas se entrelazaron... No pretendo unirlos para el mayor efecto, muestro lo unidos que ya están ellos dos, sus vidas, sus historias, sus despedidas.
Es una historia personal, pero se convierte en una historia común, universal, puesto que trata un tema muy importante: ¿que hacer con nuestra historia, con nuestro patrimonio cultural, con nuestra memoria colectiva? ¿Que hacemos con un barrio vivo y todavía funcional, un barrio habitado, aunque con problemas por solucionar y mucho trabajo por hacer?
Los recuerdos, la nostalgia, la resignación, el sentimiento dulce y triste del final de una historia, de una etapa de la vida, los une a los dos. Ella y su casa en el corazón del Cabañal, un trocito de Japón con fachada modernista, un Japón apenas apreciable, como un suave aroma... En el reportaje fotográfico, sitúo una foto de mi protagonista al lado de una imagen del Cabañal, sus calles, sus casas, las fachadas, los muros, los balcones y puertas. No son imágenes selectas, no estaban elegidas previamente, no sirven para una guía turística. Son fotos rápidas de aquello que me llamaba la atención en el momento de pasar, algo peculiar y bello a su manera, una belleza “cabañalesca”, estropeada, decadente, con las huellas de su denso pasado por doquier.  Hago con ellas montajes y juegos visuales, los fragmentos recortados están unidos visualmente por la forma y el color y parecen formar parte de una calle imposible. En la imagen paralela aparece ella, o su casa, o algo que pertenece a su pequeño mundo. Ella no está posando, lo contrario, quiere evitar las miradas indiscretas, el interés de los curiosos. Ella se siente una más del Cabañal. Parece algo perdida y no es de extrañar: llegó desde lejos, había encontrado su vida, su hogar en un rincón ajeno y extraño, se acostumbró a el, lo ha hecho suyo, y ahora lo verá desaparecer...